¡Oh Madre dolorosa! Por ti la gracia y la vida.
¡Oh Virgen gloriosa! Por ti la gloria divina.
Si la angustia que a mi cuerpo acosa
algún día mi alma inundara,
a tus plantas, Señora, suplicara
el perdón que en tus manos reposa.
¡Oh Madre dolorosa! Por ti la gracia y la vida.
¡Oh Virgen gloriosa! Por ti la gloria divina.
Porque es la luz de tus ojos mi guía.
Porque es tu dolor divino mi calma.
¡Presenta, Señora, mi alma
en el Calvario mortal de mis días!
¡Oh Madre dolorosa! Por ti la gracia y la vida.
¡Oh Virgen gloriosa! Por ti la gloria divina.
Letra de Manuel Henares Ortega